El barrio de Torre Baró ha inaugurado su iluminación navideña con un diseño inspirado en la película El 47, que narra la lucha histórica de la comunidad por la mejora de su transporte y condiciones de vida. Frases como «Torre Baró es Barcelona» o dibujos del emblemático autobús decoran las calles altas del barrio, donde hasta hace tres años no había ningún tipo de iluminación festiva. Este proyecto ha sido posible gracias al Pla de Barris de la Zona Nord y la implicación de los propios vecinos, que han diseñado y creado las instalaciones durante los últimos meses.
La inauguración, celebrada con actividades familiares organizadas por el Centre Obert, reunió a más de un centenar de vecinos en uno de los puntos más altos del barrio. Un autobús lanzadera facilitó la asistencia a este evento en una zona con pocas conexiones de transporte público. “Estamos muy contentos de poder hacer un proyecto comunitario que reivindica la historia e identidad de Torre Baró”, declaró Montse Rodón, representante del Pla de Barris.
Sin embargo, los vecinos insisten en que su lucha no ha terminado. Aunque la película de Marcel Barrena ha dado visibilidad mediática al barrio, denuncian la falta de mejoras reales en servicios básicos como el transporte y el comercio. “Cuando el foco se apague, nosotros seguiremos aquí peleando”, subrayó Sandra, vecina del barrio. Las luces son, para ellos, un símbolo de resistencia y unidad, pero también un recordatorio de las promesas incumplidas por las instituciones.
Antes de encender la última instalación, Xavier Marcé, regidor de Nou Barris, agradeció el esfuerzo vecinal y destacó el poder de la cultura para fortalecer comunidades. Marcé prometió mantener proyectos participativos como este en el futuro, asegurando que Torre Baró no volverá a quedar en la oscuridad. Al grito de “Viva Torre Baró”, el barrio se iluminó para dar la bienvenida a unas fiestas llenas de reivindicación y esperanza