Casi un 20% de los españoles ha dejado de utilizar X, la red social anteriormente conocida como Twitter, debido a los cambios en la moderación y verificación de contenidos, según un estudio de la consultora Asesores. La preocupación por la desinformación ha ido en aumento, con un 83% de la población afirmando que las ‘fake news’ han crecido en el último año, especialmente en redes sociales, que son señaladas como la principal fuente de bulos.
El estudio también revela un preocupante déficit de formación en educación mediática. Un 82% de los encuestados considera que los menores no reciben la capacitación adecuada para distinguir entre noticias reales y desinformación, mientras que un 40% de los españoles admite no estar capacitado para detectar un bulo cuando lo recibe. Esta falta de preparación agrava la vulnerabilidad de la población ante la avalancha de desinformación.
Además, la creciente preocupación por la proliferación de noticias falsas ha impulsado el debate sobre el papel de la regulación. Un 70% de los españoles considera que los gobiernos deberían legislar para frenar los bulos, aunque las opiniones están divididas respecto a las medidas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez. Mientras comunidades como Extremadura y Baleares se muestran críticas, regiones como Galicia y Cataluña respaldan en mayor medida las iniciativas actuales.
Las redes sociales siguen siendo el principal foco de desinformación, pero los medios de comunicación también están en el punto de mira. La mitad de los encuestados cree que los bulos proliferan tanto en redes como en medios, lo que refleja una creciente desconfianza hacia las fuentes de información tradicionales y digitales. La lucha contra la desinformación requiere un esfuerzo conjunto entre instituciones, plataformas y ciudadanía para garantizar un ecosistema informativo fiable y seguro.