La okupación de viviendas en España es 893 veces menor de lo que la gente cree

La okupación en España no es el problema que parece. Mientras los datos oficiales indican que solo el 0,057% de las viviendas están ocupadas, el 51% de la población cree que afecta a la mitad del país.

Solo el 0,057% de las viviendas en España están ocupadas, pero el 51% de los españoles cree que es un problema masivo. La percepción está distorsionada por la propaganda mediática, según la encuesta de 40dB.

Una encuesta de 40dB para El País y la Cadena SER ha revelado la enorme brecha entre la realidad de la ocupación en España y la percepción ciudadana. Aunque solo el 0,057% de las viviendas fueron ocupadas en 2023, lo que equivale a 5,7 casos por cada 10.000 habitantes, más de la mitad de los españoles (51,3%) cree que la ocupación es un problema que afecta a uno de cada dos ciudadanos. Esto supone una distorsión 893 veces mayor que la realidad.

Los datos oficiales del Ministerio del Interior desmienten la supuesta «crisis de la ocupación». El número de viviendas ocupadas ha descendido en los últimos dos años, y en total 15.289 inmuebles fueron afectados en 2023 dentro de un parque de 26,6 millones de viviendas. Sin embargo, la propaganda mediática ha logrado que casi 1 de cada 5 españoles (18%) crea que «nadie está a salvo de la ocupación», generando un miedo infundado que no se corresponde con los datos.

El informe también muestra que, a pesar de la alarma social sobre la ocupación, la mayoría de españoles apoya medidas de intervención en el mercado inmobiliario. El 48,9% cree que se debería limitar la propiedad a un máximo de 1 o 2 viviendas por persona, mientras que solo un 30,5% defiende que no haya límites. Esto refleja una mayor preocupación por la especulación y el acceso a la vivienda que por la ocupación, a pesar de la desinformación existente.

El impacto de la propaganda sobre la ocupación ha calado profundamente en la opinión pública, a pesar de que los datos desmienten su relevancia real. Mientras la mayoría de los españoles sigue exigiendo soluciones para el acceso a la vivienda, la narrativa del miedo sigue marcando el debate público, desviando la atención de problemas estructurales como la falta de regulación del alquiler y la especulación inmobiliaria.

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