La comunidad LGTBI+ ha denunciado una redada «desproporcionada y militarista» en un club del Eixample de Barcelona, donde más de una decena de agentes de la Guardia Urbana irrumpieron el martes por la noche. Según testigos, la policía registró a todos los clientes en busca de drogas y mantuvo el local intervenido durante más de dos horas, generando un ambiente de intimidación y estigmatización. Desde el Ayuntamiento dirigido por Jaume Collboni justifican la operación en unas supuestas quejas vecinales, pero colectivos LGTBI+ ven en este operativo un nuevo caso de criminalización de sus espacios de socialización.
El Ayuntamiento de Barcelona sostiene que se trató de una «inspección administrativa rutinaria», aunque la intervención acabó con una detención y cuatro infracciones registradas. Sin embargo, la versión municipal difiere de la de los testigos, que elevan la cifra de agentes presentes a 13 y denuncian que la redada estuvo marcada por una actuación «desproporcionada». Desde Stop Sida y el Observatori contra l’LGTBIfòbia denuncian que este tipo de operativos han ido en aumento en los últimos meses, con un incremento de redadas en bares de ambiente y zonas de cruising.
Luis Villegas, gerente de Stop Sida, alerta en declaraciones a Públic de que estas redadas no solo generan miedo en la comunidad, sino que refuerzan la estigmatización de colectivos ya vulnerabilizados. «Que entren más de diez agentes en un club donde se busca intimidad es un ataque directo a la comunidad», denuncia. Además, señala que no se aplican medidas similares en otros espacios donde el consumo de drogas es igualmente habitual. «No se ven redadas a ejecutivos a la salida de sus oficinas para comprobar cuánta cocaína llevan encima», critica.
Desde Barcelona en Comú, principal grupo de la oposición, exigen explicaciones al gobierno de Jaume Collboni y han anunciado que registrarán una pregunta al respecto y serán firmes con esta cuestión. Consideran que este tipo de operativos no son hechos aislados, sino parte de una estrategia de presión sobre los espacios LGTBI+. Por su parte, el Observatori contra l’LGTBIfòbia ha activado su protocolo de denuncia y trasladará el caso a la Oficina para la No Discriminación del Ayuntamiento y al Síndic de Greuges para evaluar si la actuación fue desproporcionada.