El Ayuntamiento de Barcelona ha cambiado su postura sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat con una votación clave en el pleno municipal. A diferencia de los últimos dos mandatos, cuando el consistorio se opuso, el PSC ha apoyado una propuesta del PP junto a Junts y Vox para impulsar el proyecto. La iniciativa ha salido adelante con 27 votos a favor y 14 en contra, en un momento en que el debate técnico sobre la ampliación está a punto de definirse en los organismos competentes.
El PSC ha justificado su cambio de rumbo apelando a la necesidad de convertir Barcelona en un hub internacional competitivo, pero los comunes han rechazado el proyecto asegurando que solo servirá para aumentar el turismo masivo. Durante el debate, el PP ha exigido al alcalde que haga público un informe técnico sobre la ampliación, que el gobierno municipal lleva más de un año sin publicar. La teniente de alcalde Laia Bonet ha respondido que el documento se dará a conocer próximamente, pero ha insistido en la necesidad de encontrar consenso sobre “cómo” debe ejecutarse la ampliación.
La sesión también ha estado marcada por un enfrentamiento abierto entre PSC y Barcelona en Comú por la vivienda. Los comunes han acusado a Collboni de frenar políticas de vivienda protegida y de favorecer la especulación al negarse a apoyar un plan contra los grandes tenedores. Desde el gobierno municipal han replicado que los comunes gobernaron durante ocho años sin lograr frenar la crisis habitacional y que desconocían solares públicos que ahora han cedido para vivienda social.
Uno de los puntos más tensos ha sido la norma del 30%, que obliga a los promotores a destinar un 30% de las nuevas promociones a vivienda social. Collboni ha dejado claro que quiere flexibilizarla, mientras los comunes han advertido que no permitirán cambios que beneficien a los especuladores. El choque ha evidenciado la ruptura entre los antiguos socios de gobierno y ha consolidado la estrategia del PSC de acercarse a la derecha para sacar adelante sus políticas.