Barcelona admite oficialmente que ha alcanzado el límite de turistas que puede soportar

El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este miércoles, en la Comisión de Economía y Hacienda, una propuesta impulsada por Barcelona […]

El Ayuntamiento de Barcelona aprueba una propuesta de BComú, con apoyo del PSC y ERC, que alerta sobre los efectos negativos del exceso de turistas en la ciudad.

El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este miércoles, en la Comisión de Economía y Hacienda, una propuesta impulsada por Barcelona en Comú en la que reconoce oficialmente que la ciudad ha llegado al límite de turistas que puede absorber. El texto expresa preocupación por las consecuencias negativas que la saturación turística provoca sobre la cohesión social, la calidad ambiental y el bienestar de los residentes. La iniciativa ha contado con los votos a favor del PSC, ERC y BComú, mientras que Junts, PP y Vox se han opuesto.

En concreto, la proposición exige tanto al Gobierno central como a la Generalitat tener en cuenta los impactos negativos de cualquier decisión que pueda aumentar la presión turística en la ciudad. No obstante, el debate ha evidenciado las contradicciones internas en el ejecutivo municipal. Jordi Valls, teniente de alcalde socialista, ha aclarado que, pese a reconocer la saturación, el PSC mantiene su apuesta por ampliar el aeropuerto del Prat, proyecto que implicaría un significativo aumento de visitantes.

Desde Barcelona en Comú, la concejal Carolina Recio ha denunciado la incoherencia del PSC al afirmar que reconocer la saturación turística mientras se defiende la ampliación del aeropuerto “carece de sentido”. Recio ha exigido priorizar inversiones como la mejora urgente del servicio de Rodalies, una alternativa real al turismo masificado y a la dependencia económica que provoca en la ciudad.

Por su parte, ERC se ha sumado a la propuesta, aunque ha marcado distancia con los Comuns evitando críticas directas al PSC. Elisenda Alamany, portavoz republicana, ha dejado claro que “ninguna estrategia turística puede pasar por seguir aumentando visitantes”, insistiendo en la necesidad de poner la calidad de vida de los vecinos por encima del beneficio económico. En cambio, Junts, PP y Vox se han posicionado claramente en contra, argumentando que limitar el turismo daña la economía local.

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