Jaume Collboni copia la superilla literaria de Sant Jordi que impulsó Colau, pero evita llamarla superilla

El Ayuntamiento repetirá el modelo peatonal de los últimos años, pero el alcalde renuncia al término “superilla” para no reconocer el legado de Ada Colau.

El Ayuntamiento repetirá el modelo peatonal de los últimos años, pero el alcalde renuncia al término “superilla” para no reconocer el legado de Ada Colau.

El Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado que este 23 de abril volverá a desplegar un gran espacio peatonal en el centro de la ciudad con motivo de Sant Jordi, siguiendo el modelo instaurado por el anterior gobierno municipal. Será el cuarto año consecutivo que se aplica este formato de “superilla literaria”, con un perímetro sin tráfico reservado exclusivamente para peatones, librerías y floristas. Sin embargo, el actual alcalde Jaume Collboni ha optado por no utilizar ese término y, en su lugar, habla de “gran illa per a vianants de Sant Jordi”.

El perímetro delimitado coincidirá con el de años anteriores: entre la avenida Diagonal, la Gran Via de les Corts Catalanes, y las calles de Balmes y Pau Claris. El tráfico se cortará desde las 22 h del 22 de abril hasta el 24 por la mañana. Durante ese tiempo, quedará restringida también la circulación de bicicletas, patinetes y otros vehículos de movilidad personal. Tampoco se podrá aparcar en las calles del interior del recinto, y las estaciones de Bicing quedarán fuera de servicio. El consistorio recomienda desplazarse a pie o en transporte público subterráneo.

El modelo de superilla literaria se estrenó en 2022, bajo el mandato de Ada Colau, y fue rápidamente aplaudido tanto por la ciudadanía como por el sector del libro, que valoró positivamente el impulso al comercio local y la mejora de la experiencia urbana durante la jornada. En ediciones anteriores, la propia Colla de Llibreters, el Gremi de Floristes y entidades vecinales se posicionaron a favor de repetir la fórmula por su éxito de participación y seguridad.

No obstante, la palabra “superilla”, que simboliza una apuesta urbanística de los comunes por una ciudad más caminable y menos dominada por el coche, ha sido esquivada por el gobierno del PSC. En todas las comunicaciones oficiales se ha sustituido por expresiones como “gran espai per a vianants” o “illa peatonal de Sant Jordi”. Una elección semántica que busca marcar distancias políticas con el legado de Colau, pese a replicar sin apenas cambios una iniciativa que transformó el centro de Barcelona cada 23 de abril.

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