El plan feminista de canguros gratuitos impulsado por el gobierno de Colau se cuadruplica en Barcelona

El programa Concilia, nacido bajo el mandato de Ada Colau, supera los 30.000 servicios este curso y se consolida como una política pública de éxito.

El programa Concilia, nacido bajo el mandato de Ada Colau, supera los 30.000 servicios este curso y se consolida como una política pública de éxito.

El programa Concilia de canguraje gratuito, impulsado durante el mandato de Ada Colau como una política feminista para facilitar la conciliación y garantizar el derecho al cuidado, ha cuadruplicado su impacto desde su puesta en marcha. Según los últimos datos del Ayuntamiento de Barcelona, se ha pasado de 7.424 servicios prestados en el curso 2020-2021 a más de 30.000 en el curso 2023-2024. Las familias usuarias también se han triplicado, pasando de 611 a 1.640.

La mayoría de las personas que recurren al Concilia lo hacen para poder trabajar (69 %), pero también hay quien lo utiliza para poder formarse (9 %) o simplemente disponer de tiempo personal para descansar o atenderse (6 %). La mitad de las familias beneficiarias son monoparentales, como el caso de Sara Barrera, madre sola y usuaria habitual del servicio: “Es como una vecina que te abre la puerta de su casa y cuida de tu hijo”, explica. Empezó a usar el servicio cuando su hijo tenía seis meses; ahora tiene tres y sigue acudiendo, especialmente durante vacaciones escolares.

El Ayuntamiento ha extendido el programa a 12 puntos de la ciudad y ha incorporado el cuidado de menores de 1 a 3 años. La regidora Raquel Gil (PSC) reconoce el valor estructural de esta iniciativa impulsada por Ada Colau y los Comuns y avanza que el objetivo es que se integre como servicio permanente en la cartera municipal: “Las cifras hacen que esta política sea más que relevante”. En este momento, el consistorio trabaja en una nueva licitación para garantizar su continuidad y crecimiento.

El programa Concilia permite reservar los servicios desde la web municipal y confirmar la disponibilidad uno o dos días antes. El personal cuidador —profesionales de la atención infantil— ofrece un espacio de confianza, seguro y comunitario donde las criaturas interactúan entre ellas y las familias pueden organizar su día a día. “Hay días que es una madre que tiene una cita médica y necesita una hora, y otros es alguien que trabaja tres”, explica Vanesa Mula, técnica del servicio en el barrio de Badal. En una ciudad con altos índices de desigualdad de género en el acceso al empleo y las tareas de cuidado, el Concilia demuestra que las políticas feministas no solo son necesarias: funcionan.

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