Un reciente estudio de la empresa eSIM concluye que Barcelona es el destino turístico más masificado del mundo, tras recibir el año pasado en torno a 15,5 millones de visitantes. Los resultados de esta investigación, basada en flujos de viajeros y densidad diaria, contrastan con las demandas de los vecinos de la ciudad, sobre todo, en temas como el acceso a la vivienda y el deterioro de la vida local causado por este tipo de turismo masivo.
El 64 % de la población residente identifica molestias causadas por los pisos turísticos, y uno de cada cuatro considera que su barrio está saturado. La saturación ha llevado a evitar zonas como las Ramblas, la Sagrada Familia o plaza Catalunya.
El turismo de cruceros intensifica la presión: el 53 % de los cruceristas admite sentirse incómodo por la masificación en el centro y Barcelona ha reducido dos terminales portuarias para aliviar la carga. Además, el gasto turístico no compensa la saturación del espacio público.