Un estudio elaborado por Aigua és Vida, Enginyeria Sense Fronteres y la Asociación de Municipios y Entidades por el Agua Pública (AMAP), tomando como base las auditorías de eficiencia hidráulica de la Agencia Catalana del Agua (ACA), concluye que los municipios con gestión pública del suministro presentan menos fugas y mayor eficiencia que los gestionados por empresas privadas o en régimen mixto.
Se analizaron 119 sistemas de abastecimiento en distintas localidades, controlando variables como tamaño municipal, tarifas y nivel de renta. En los cuatro indicadores medidos, la gestión directa obtuvo los mejores resultados globales.
Según el informe de precios de la ACA de 2024, los servicios indirectos (privados o mixtos) aplican tarifas domésticas un 30 % más elevadas que los de gestión pública. Este diferencial no se traduce en mejores redes ni mantenimiento superior.
Las fugas de agua representan, de media, un 10 % en redes catalanas, aunque en varias localidades se superan el 20 % o incluso el 50 %. Tres municipios (Amposta, Alcanar y Corbera de Llobregat) pierden más del 50 % del agua, mientras que otros gestionados públicamente, como Manresa, reducen fugas por debajo del 7 %, salvo el 21 % en la ciudad.