El PSC recorta zona verde en la frontera entre Barcelona y Hospitalet para favorecer a la promotora de la Illa Citroën a pesar del rechazo vecinal

Barcelona en Comú en Sants-Montjuïc y l’Hospitalet en Comú denuncian que la nueva MPGM beneficia a Stellantis y recorta un 30% de zona verde sin respetar el proceso participativo impulsado el año pasado.

Barcelona en Comú y l’Hospitalet en Comú han denunciado públicamente la aprobación inicial de la Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) en los terrenos de la antigua fábrica Citroën. La operación, impulsada por el PSC y avalada con los votos de Junts, ERC y Vox, reduce un 30% del espacio verde previsto, permite la construcción de 110 viviendas a precio de lujo en unos terrenos calificados como zona verde y ha sido aprobada sin respetar el proceso participativo ni el diálogo con el vecindario. La medida afecta de lleno a los barrios de La Bordeta y Santa Eulàlia, ubicados en la frontera entre Barcelona y l’Hospitalet.

El plan urbanístico se sostiene sobre un convenio firmado unilateralmente por el Ayuntamiento con la promotora Stellantis el pasado mes de mayo de 2024. Según denuncian los Comuns, este acuerdo se selló sin consultar a los grupos políticos ni al vecindario y contradice una proposición aprobada por unanimidad en el Pleno de Sants-Montjuïc meses después, que reclamaba definir colectivamente los usos del solar. Además, el proceso participativo iniciado por el Govern ha sido, según el vecindario, una “farsa”: partía de las premisas del convenio firmado por el Gobierno y la empresa, se interrumpió tras tres sesiones y sus conclusiones nunca se presentaron.

La plataforma vecinal impulsada por residentes del entorno ha expresado su rechazo frontal a una operación que consideran desequilibrada e insostenible. El vecindario reclama más equipamientos, más parque público, menos vivienda privada y una distribución justa del espacio. También critican que se haya ocultado información clave, que se haya aprobado el plan en pleno julio, con prisas y sin el mínimo consenso. Anuncian una campaña de alegaciones y movilizaciones para frenar lo que se considera como un pelotazo donde priman los intereses de la empresa por encima de los vecinales.

En una rueda de prensa convocada este pasado martes han comparecido los vecinos, los concejales de Hospitalet en Comú Manuel Domínguez y Laura Alzamora, además del conseller portavoz de Barcelona en Comú en Sants Montjuïc Ancor Mesa. En palabras de Mesa: “se está haciendo un vestido a la medida de la Citroën, ignorando por completo a los vecinos y vecinas de los barrios colindantes con los terrenos.” Manuel Domínguez destacó los paralelismos entre este planteamiento y el urbanismo especulador de los años 60 y 70 y, junto con Alzamora, denunciaron la opacidad con la que se ha operado de cara también a la vecindad de Hospitalet y se preguntan qué piensa el nuevo alcalde de la ciudad, David Quirós, sobre un plan especulativo que afecta directamente también al municipio.

Según los grupos convocantes de la rueda de prensa, el proyecto aprobado ignora estándares contemporáneos de urbanismo sostenible. La MPGM de la Illa Citroën entrega suelo público a cambio de una mínima urbanización y perpetúa un modelo urbano heredado del boom inmobiliario. Más allá del impacto ambiental, el plan compromete el derecho a la ciudad en un entorno con fuerte densificación, falta de servicios públicos y un contexto de emergencia habitacional.

Barcelona en Comú y l’Hospitalet en Comú han exigido la paralización inmediata del proyecto y han instado al gobierno municipal a renegociar el convenio con Stellantis desde criterios de interés general. Proponen recuperar el proceso participativo, reducir considerablemente la vivienda a precio libre planificada y maximizar los espacios verdes. En palabras de sus portavoces, todavía se está a tiempo de evitar “una operación urbanística que prioriza el beneficio privado sobre las necesidades reales del barrio”.

Dibuix del projecte urbanístic aprovat inicialment per l’Ajuntament de Barcelona. En groc a la dreta la promoció pública i a l’esquerra la promoció privada amb torres de 6, 8 i 12 plantes més baix.

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