Altos cargos de Vox negociaron en reuniones internas cómo desviar el dinero que se recaudó para las víctimas de la DANA desde la organización juvenil Revuelta, según audios exclusivos publicados y verificados por este medio. En las grabaciones, el asesor europeo Arturo González Villaroya reconoce que “no lo hemos gastado en la DANA” y propone soluciones para justificar el uso de los fondos y cerrar la entidad.
En estas conversaciones se detallan propuestas para emplear parte de los recursos en defensa jurídica y luego inventar una causa social ficticia que justificara el destino de los fondos sobrantes, denominando la estrategia como “marcarnos la de Alvise”, en referencia a otro político de extrema derecha señalado por polémicas en torno a donaciones.
La propuesta de desviar el dinero fue secundada por al menos un diputado del partido, aunque líderes de Revuelta se negaron a disolver la organización y defienden que una auditoría externa demostrará que los fondos se destinaron correctamente. Algunos implicados, incluido el propio Villaroya, han abandonado la asociación y denunciado los hechos ante la Fiscalía, respaldando así la crisis interna que atraviesa la rama juvenil.
El debate generado por estas revelaciones ha trascendido el campo interno de la ultraderecha: otras fuerzas políticas han exigido explicaciones y han planteado investigaciones en el Congreso, mientras que Vox ha anunciado acciones legales contra el medio que ha publicado los audios, defendiendo su gestión y rechazando las imputaciones de acciones ilegales.
