El comercio de proximidad de Barcelona ha mostrado su descontento ante la decisión del Ayuntamiento de centralizar, una vez más, el encendido de luces navideñas en el Passeig de Gràcia, ignorando la petición de que la celebración se descentralice y alcance otros barrios de la ciudad. “Barcelona vuelve a concentrar las festividades en una sola área que ya recibe mucha atención, y la ciudad somos todos”, expresó Pròsper Puig, presidente de Barcelona Comerç, entidad que representa a 23 ejes comerciales y defiende los intereses del comercio de proximidad en la capital catalana.
Durante el evento de celebración de los veinte años de Barcelona Comerç, los comerciantes reclamaron al gobierno de Jaume Collboni un apoyo igualitario para el comercio local, similar al que se brinda a las grandes empresas y a actividades empresariales elitistas que, según ellos, están saturando el centro de Barcelona. Puig criticó la falta de políticas integrales que incluyan al comercio local en la planificación y ejecución de eventos, lamentando además la burocracia normativa que asfixia a los pequeños comerciantes. “Si seguimos con esta deriva elitista, corremos el riesgo de perder la esencia de Barcelona como ciudad de todos”, afirmó.
Janet Sanz, presidenta del Grupo Municipal de Barcelona en Comú, también criticó duramente la repetición de la celebración en Passeig de Gràcia, acusando al gobierno de Collboni de priorizar a los turistas y grandes firmas sobre los residentes y pequeños comercios. “Este emplazamiento refleja la deriva elitista del equipo de Collboni”, expresó Sanz en una entrevista con Betevé, comparando esta decisión con la reciente exhibición de Fórmula 1 y la pasarela de Louis Vuitton en el Park Güell, ambas muy criticadas por su impacto turístico y elitista.
La preocupación también la compartió Pau Gonzàlez, regidor de BComú, quien acusó al gobierno de Collboni de “abandonar los barrios” y centrarse en los espacios que ya cuentan con suficientes recursos. Tanto él como Sanz recalcaron la necesidad de “dar la vuelta a esta tendencia elitista” y recordaron que, mientras el Passeig de Gràcia no necesita visibilidad adicional, hay otras zonas de Barcelona que sí lo necesitan, especialmente en fechas navideñas que deberían ser inclusivas para todos los barceloneses.