El regidor de Seguridad y responsable del distrito de Ciutat Vella, Albert Batlle, ha afirmado en la Comisión de Seguridad de octubre que «cometer un hecho delictivo no puede ser recompensado; una ocupación que perturba el orden del barrio no puede finalizar con una cesión del espacio». Este comentario surge después de que los miembros de la Antigua Massana solicitaran diálogo con el gobierno municipal tras recibir una orden de desalojo administrativo para el jueves 17 de octubre.
Desalojo de la Antigua Massana
Batlle ha reiterado su posición en favor del desalojo de la Antigua Massana, situada en la plaza de la Gardunya. Según el regidor, los usos del espacio «no responden al interés público, sino al interés privado de la entidad». Asimismo, señala que distintas peticiones de asociaciones de vecinos, comerciantes del mercado de la Boquería y de la Escuela Massana solicitan destinar el espacio, dentro del recinto del antiguo Hospital de la Santa Creu, a otros usos.
Reacciones de BComú y convocatorias
En respuesta, la regidora Jess González de Barcelona en Comú ha lamentado que el gobierno de Collboni «no tiene una voluntad real de hablar con todos los vecinos» y ha señalado que Batlle, «en lugar de dialogar, ha optado por actuar directamente mediante la fuerza». En reacción a los eventos, los miembros de la Antigua Massana han convocado una manifestación el viernes 18 de octubre.
Peticiones de otros colectivos
El regidor ha explicado que la decisión de desalojo responde a la presión de diversas entidades locales, incluyendo asociaciones de vecinos, paradistas y centros educativos cercanos, quienes han expresado su interés en utilizar el espacio ocupado para otros fines.
Manifestación ante el desalojo
Para expresar su descontento, la comunidad de la Antigua Massana ha organizado una marcha para este viernes, buscando visibilizar su demanda de diálogo y solución alternativa al conflicto con el ayuntamiento.