La Coordinadora pel Dret a l’Habitatge de Gràcia ha reclamado al Ayuntamiento de Barcelona que adquiera tres inmuebles vinculados a Telefónica en el distrito para destinarlos a vivienda pública. Las fincas, ubicadas en Gran de Gràcia 139, Ca l’Alegre de Dalt 36 y Rosselló 353, son vistas por el movimiento vecinal como una oportunidad clave para ampliar el parque de vivienda dotacional, especialmente para jóvenes y situaciones de emergencia social.
Uno de los edificios, el de Gran de Gràcia, fue vendido hace cinco años al fondo de inversión alemán VEREOF. El edificio, construido en 1955 y protegido patrimonialmente, se encuentra mayoritariamente vacío, salvo por una tienda de Movistar en la planta baja. La Coordinadora denuncia que esta operación refuerza los procesos de gentrificación que sufre el barrio y pide que el consistorio actúe para revertir la tendencia.
En el caso de Ca l’Alegre de Dalt, el edificio fue objeto de un convenio urbanístico firmado en 2005 entre el Ayuntamiento y Telefónica, que permitía convertir antiguos activos corporativos en vivienda a cambio de calificar otros como equipamientos para el barrio. Dos décadas después, el edificio sigue sin uso definido y ha sido vendido recientemente a un fondo de inversión extranjero, según denuncia la Coordinadora.
El tercer inmueble, en la calle Rosselló, sigue en manos de Telefónica y acoge actualmente oficinas operativas de la empresa, sin planes públicos de venta. Sin embargo, los colectivos vecinales insisten en que, dada su calificación como equipamiento y su escasa actividad visible, también debería valorarse su adquisición para dar respuesta a la emergencia habitacional del distrito.
Ante el fuerte proceso de gentrificación que vive el distrito, la entidad reclama una actuación decidida del gobierno y activar los mecanismos necesarios para ampliar el parque público de vivienda y incrementar los equipamientos del Distrito.