El Parlament de Cataluña ha aprobado este jueves una ley que regula los alquileres de temporada y de habitaciones, sometiéndolos a los límites de precio y a las garantías propias de los contratos residenciales en zonas de mercado tensionado. La iniciativa, que se tramitaba como proyecto de medidas urgentes en materia de vivienda y urbanismo, salió adelante con los votos favorables de los grupos de izquierda, incluyendo PSC, ERC, Comuns y la CUP, mientras que PP y Vox se opusieron a gran parte del texto.
La nueva regulación responde a una práctica extendida entre algunos propietarios que utilizaban contratos de temporada o por habitaciones para eludir la contención de precios establecida en la Ley de Vivienda, que limita las subidas en mercados especialmente tensos. Con esta norma, estos contratos quedarán sujetos a los mismos topes de renta y condiciones de fianza y actualización que los alquileres habituales, siempre que tengan una finalidad residencial.
Entre las medidas más relevantes, el texto establece que en el caso de los alquileres por habitaciones, la suma de las rentas pactadas no puede superar el precio máximo aplicable al alquiler completo de la vivienda, una fórmula que hasta ahora permitía precios desproporcionados en ciudades como Barcelona. Asimismo, la ley introduce cambios en varias normas urbanísticas y de vivienda para priorizar el uso residencial permanente en municipios con fuerte demanda.
La aprobación de la ley incorpora además mecanismos para reforzar la supervisión administrativa de los contratos y un registro de grandes tenedores, en un contexto de crisis habitacional marcada por el encarecimiento sostenido de los alquileres y la escasez de oferta asequible. La norma pretende cerrar los vacíos legales que han alimentado prácticas especulativas en el mercado del alquiler, aunque su impacto dependerá de su aplicación efectiva en los próximos meses.
