Este jueves, Jaume Collboni entregó las llaves de una promoción pública de 76 viviendas sociales en el barrio de Provençals del Poblenou, un proyecto que se inició en agosto de 2021 bajo el mandato de Ada Colau y la gestión de Barcelona en Comú. Estas viviendas, construidas por el Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (IMHAB), representan una inversión superior a los 18,3 millones de euros.
El edificio, situado en el 22@, albergará más de 300 personas y es el mayor proyecto de vivienda social en el distrito de Sant Martí en años recientes. Con 60 viviendas destinadas a personas mayores y 15 alojamientos adicionales por entregarse próximamente, se trata de un proyecto intergeneracional pionero en la ciudad. Los alquileres, con precios entre 394 y 662 euros, aseguran que ningún hogar destine más del 40% de sus ingresos al pago de la vivienda.
Sin embargo, el acto de entrega, protagonizado por Collboni, refleja una estrategia preocupante: capitalizar los logros del gobierno anterior para ocultar la falta de propuestas propias. Desde su llegada al Ayuntamiento, el actual alcalde no ha presentado un plan efectivo para enfrentar la crisis de vivienda, mientras las rentas siguen aumentando y miles de personas carecen de acceso a un hogar digno.
Organizaciones vecinales y movimientos por el derecho a la vivienda critican que Collboni se limite a inaugurar proyectos heredados. Barcelona necesita soluciones estructurales y ambiciosas para enfrentar la emergencia habitacional, pero el alcalde parece más interesado en actos de autopromoción que en abordar los problemas reales de la ciudadanía.