El PP manipula el genocidio en Gaza y la DANA valenciana para ocultar su gestión

Carlos Mazón, president de la Generalitat Valenciana, y el Partido Popular han lanzado una ofensiva cargada de desinformación y racismo […]

Carlos Mazón compara ayudas a Gaza y a la DANA en Valencia con falsedades y racismo. El PP desinforma para dividir y esconder su incapacidad, mientras ignora los valores de solidaridad y derechos humanos. No es política, es manipulación.

Carlos Mazón, president de la Generalitat Valenciana, y el Partido Popular han lanzado una ofensiva cargada de desinformación y racismo al comparar las ayudas a Gaza con las destinadas a la reconstrucción tras la DANA que afectó a Valencia. En un intento de confrontar al Gobierno central, Mazón afirmó falsamente que la Generalitat “no recibe ni un euro” para la DANA, mientras felicita irónicamente “al pueblo de Gaza” por las ayudas humanitarias. La realidad es que el Ejecutivo ya ha movilizado 16.000 millones de euros para la reconstrucción, 58 veces más que lo destinado a Gaza, según Moncloa.

La estrategia del PP se basa en desinformar para dividir. Mensajes como “Si pides la ayuda en árabe llega antes” o “Gaza, municipio de la provincia de Valencia”, difundidos por Nuevas Generaciones, no son simples burlas, sino una normalización del racismo en el debate político. Este tipo de retórica no solo desacredita las políticas de solidaridad, sino que legitima el odio hacia las personas migrantes y refugiadas, alimentando la percepción de que las ayudas sociales son un privilegio condicionado por el origen.

Mientras tanto, Gaza sigue siendo un territorio devastado por décadas de ocupación, donde miles de personas luchan por sobrevivir sin acceso a derechos humanos básicos. Reducir esta tragedia a una herramienta política no solo es inmoral, sino profundamente irresponsable. En lugar de liderar la reconstrucción en Valencia, Mazón prefiere usar el sufrimiento humano como arma para ocultar su falta de propuestas y desviar la atención de sus responsabilidades.

Esta política del odio no es nueva en el PP, pero su institucionalización bajo el liderazgo de Mazón es especialmente preocupante. Comparar ayudas internacionales con desastres locales ignora los principios básicos de solidaridad y derechos humanos. Frente a este populismo racista, la izquierda debe reafirmar su compromiso con una política que priorice a las personas, sin importar su origen, y con la lucha por la verdad frente a la manipulación.

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