El programa Salvados grabó en 2022 un capítulo con Ada Colau, Óscar Puente y Jordi Ballart, centrado en las presiones de la multinacional Agbar para evitar la municipalización del agua en Barcelona, Valladolid y Terrassa. A pesar de estar terminado, nunca se emitió. Desde la dirección del programa se justificó la decisión alegando falta de testimonios técnicos y la pérdida de relevancia tras las elecciones municipales de 2023, en las que Colau y Puente dejaron de ser alcaldes.
La exalcaldesa de Barcelona, sin embargo, considera que las explicaciones resultaron “poco creíbles”. “Nos dijeron que el programa no estaba maduro, pero estábamos en pleno periodo electoral”, declaró Colau, añadiendo que su equipo sospecha de presiones externas. Salvados ha emitido en el pasado programas críticos con grandes empresas, pero el caso de Agbar, una de las mayores gestoras de agua en España, parece haber encontrado un obstáculo insalvable.
El caso de Agbar refleja las dificultades de los ayuntamientos progresistas para enfrentarse al poder de las grandes corporaciones. Durante el mandato de Colau, la empresa denunció reiteradamente al consistorio barcelonés y utilizó estrategias judiciales que la exalcaldesa califica de “lawfare”. En Valladolid, Óscar Puente logró remunicipalizar el agua pese a los obstáculos, mientras que en Terrassa, Jordi Ballart denunció amenazas y presiones para impedirlo.
Con Jaume Collboni al frente del Ayuntamiento de Barcelona y Salvador Illa liderando la Generalitat, ambos con estrechos vínculos con Agbar, las perspectivas de municipalizar la gestión del agua en Catalunya parecen desvanecerse. Este caso deja al descubierto no solo el poder de las multinacionales, sino también cómo las decisiones editoriales pueden verse condicionadas por intereses ajenos al periodismo.