El nuevo tramo del Trambesòs que conecta Glòries y Verdaguer ha confirmado en apenas unos meses que era una apuesta ganadora. Ya en diciembre de 2024, su primer mes completo de funcionamiento, la nueva parada de Verdaguer se convirtió en la más utilizada del lado Besòs, superando a estaciones históricas como Glòries. Solo en diciembre se registraron más de 167.000 viajes, una cifra que pone en valor el potencial de ampliación del tranvía en el centro de Barcelona.
En lo que va de 2025, entre el 1 de enero y el 10 de abril, las tres líneas del Trambesòs han crecido un 37% en validaciones respecto al mismo periodo del año anterior. Aunque esta cifra debe leerse con cautela debido al distinto encaje de la Semana Santa, los datos mensuales también avalan la tendencia: aumentos del 36,8% en enero, del 32,7% en febrero y del 45,3% en marzo. Todo indica que la nueva conexión ha dado un impulso al sistema, a pesar de los problemas de saturación y de la complejidad de flujos en Glòries.
El protagonismo de la línea T4 (Verdaguer–Estació de Sant Adrià) en este crecimiento refuerza los argumentos de quienes reclaman culminar la unión tranviaria por la avenida Diagonal. La Autoritat Metropolitana del Transport (ATM) tiene listo el proyecto técnico para conectar hasta Francesc Macià, aunque todo apunta a que las obras no arrancarán en este mandato. Se plantea una ejecución por fases: primero hasta paseo de Gràcia, después hasta Francesc Macià, en un proyecto que requerirá unos 285 millones de euros, incluyendo nuevos convoyes.
Actualmente, la prioridad en obras de movilidad en Barcelona recae en la conexión de la L8 de FGC entre Espanya y Gràcia. La falta de presupuesto asegurado y un calendario saturado de proyectos posponen la ampliación del tranvía. Mientras tanto, el Trambesòs ya ha demostrado que, con la conexión adecuada, es capaz de transformar la movilidad en el corazón de la ciudad.