Ayer, el tranvía de Barcelona alcanzó la parada de Verdaguer, un nuevo tramo de la Diagonal que marca un hito en la movilidad pública de la ciudad. Con esta extensión, se espera reducir la circulación de hasta 2.000 coches diariamente en la zona, y, en el futuro, hasta 12.500 cuando el tranvía complete su trayecto hasta Francesc Macià. Esta obra, fundamental en el proyecto de transformación de la Diagonal impulsado por el anterior gobierno de Ada Colau y los Comuns, supone un avance concreto hacia una Barcelona más sostenible, al priorizar el transporte público sobre el privado en una de sus arterias principales.
Esta prolongación del Trambesòs no solo ofrece una alternativa verde y accesible para los desplazamientos urbanos, sino que refuerza la infraestructura para combatir los efectos del cambio climático. Gracias a la intervención, se ha ampliado el colector de aguas bajo la Diagonal, lo que ayudará a mitigar el impacto de las fuertes lluvias, especialmente en áreas vulnerables como Ciutat Vella. Además, la nueva conexión contribuirá al equilibrio de la red de transporte, al unir aún más los barrios de la ciudad y facilitar un tránsito más fluido y seguro por la capital catalana.
La entrada del tranvía en el Eixample ha sido posible gracias a la presión constante de los Comuns, quienes han exigido al nuevo alcalde, Jaume Collboni, que priorice esta infraestructura en su agenda. Desde su llegada al Ayuntamiento, Collboni y el PSC han mostrado tibieza respecto a esta fase del proyecto, y los Comuns ahora demandan que cumpla con el compromiso de llevar el tranvía hasta Francesc Macià, una conexión que completaría el trayecto de 6,5 kilómetros desde el Mediterráneo hasta el Turó Park.
Esta inauguración, enmarcada en el legado de Colau, subraya el papel de los movimientos ciudadanos y vecinales que han defendido una Diagonal sin coches y más verde, alineándose con la visión de una ciudad que priorice a las personas frente a los vehículos privados. Sin embargo, el siguiente paso está en manos de la actual administración, sobre la que recae la responsabilidad de consolidar esta visión de una Barcelona más justa y sostenible.