‘Emilia Pérez’: de la apropiación cultural mexicana a los tuits racistas de Karla Sofía Gascón

Las polémicas de la película más nominada a los Oscar 2025 que han incendiado el debate público.

polémica emilia pérez karla sofía gascón jacques audiard

El musical Emilia Pérez, del cineasta Jacques Audiard, ha estado rodeado de polémica desde el inicio. La principal crítica se centró, en torno a la apropiación cultural y la caricaturización de la cultura mexicana, que provocó una fuerte controversia en México. Allí, su enfoque sobre las comunidades queer y marginadas está siendo aún debatido en diversos círculos culturales y académicos. La película, que mezcla elementos del narcotráfico con una narración musical y de estética visual peculiar, ha sido defendida por algunos como un intento de visibilizar historias de las periferias, mientras que otros la critican por reducir realidades complejas a una fórmula fácil, simplificada y a veces estereotipada.

El principal punto de fricción ha sido el tratamiento que el director francés hace de la identidad queer, particularmente en relación con las culturas marginales de México. Para muchos, este «narcomusical» cae en una apropiación cultural al usar la iconografía y las historias de las comunidades queer y de clase baja para crear una estética llamativa que, según críticos, no hace justicia a la complejidad de sus vivencias. En lugar de ofrecer una representación auténtica, algunos consideran que la película convierte esas realidades en un espectáculo vacío, alejándose de las luchas reales que enfrentan estos sectores.

La discusión sobre la apropiación cultural no es nueva en el ámbito del cine y la cultura pop. Los límites entre la explotación y la denuncia siguen siendo difusos, y muchos se preguntan si se puede hacer cine sobre las realidades marginales sin caer en la trivialización de esas historias. La película de Emilia Pérez, al ser tan polarizante, pone sobre la mesa las tensiones entre la creatividad artística y el respeto por las culturas y realidades que se intentan representar.

Los tuits racistas de Karla Sofía Gascón

La actriz protagonista, Karla Sofía Gascón, también se ha visto envuelta en una polémica que podría arruinar sus sueños de alcanzar el Oscar en 2025. La causa: unos tuits antiguos en los que la actriz expresa comentarios racistas y ofensivos que han sido rescatados de su cuenta de Twitter. A pesar de que estos mensajes datan de varios años atrás, el escándalo ha causado una avalancha de reacciones entre el público y una industria del cine que cada vez exige más responsabilidad social y ética a sus estrellas.

En los tuits, Gascón hace referencia de manera despectiva a diversas comunidades raciales y étnicas, comentarios que no solo resultan hirientes, sino que también entran en conflicto con los valores de inclusión y diversidad que la industria del entretenimiento ha estado promoviendo en los últimos años.

“Cuántas veces más la historia tendrá que expulsar a los moros de España… todavía no nos hemos dado cuenta de lo que significa esta amenaza de civilizaciones que constantemente ataca a la libertad y coherencia del individuo. No se trata de racismo, se trata del islam”. “Cada vez que voy a recoger a mi hija al colegio hay más hembras con el pelo tapado y el faldón hasta los talones. Lo mismo el año que viene en vez de inglés tenemos que dar árabe… y un cordero”

“Cada vez que voy a recoger a mi hija al colegio hay más hembras con el pelo tapado y el faldón hasta los talones. Lo mismo el año que viene en vez de inglés tenemos que dar árabe… y un cordero”.

Aunque la actriz ha pedido disculpas públicamente, y en algunos foros ha señalado que esas opiniones no reflejan su postura actual, la controversia sigue latente. El caso ha reavivado el debate sobre si las personas deben ser juzgadas por sus declaraciones pasadas o si el tiempo y la evolución personal deberían permitirles redimir su imagen.

El polémico comentario del director Jacques Audiard

Los comentarios de la actriz no son los únicos que han levantado polémica. También unas declaraciones de su director, en una entrevista reciente, han causado un fuerte revuelo en el ámbito cultural, al vincular el español con las clases más pobres y las comunidades migrantes. «El español es una lengua de país emergente, una lengua de país modesto, de pobres, de migrantes».

Aunque el director se disculpó y explicó que sus intenciones con este comentario no eran despectivas, su planteamiento ha sido interpretado como una generalización reductiva de la lengua y de las personas que la hablan, especialmente en un contexto social y político donde las lenguas minorizadas, como el español en algunas regiones, representan mucho más que una simple herramienta de comunicación.La reacción no se ha hecho esperar. Defensores de las lenguas y culturas populares, así como activistas sociales, han señalado la insensibilidad y el peligro de este tipo de comentarios. En un país como España, donde el español es hablado por millones de personas, pero también donde existen lenguas regionales y una fuerte diversidad cultural, estas afirmaciones se han interpretado como un ataque velado a las clases trabajadoras, a los migrantes y a las lenguas que estos grupos hablan.

Respuesta desde México

Como respuesta a la crítica por la representación «insensible» de la realidad mexicana en la obra de ‘Emilia Pérez’, la cineasta trans Camila Aurora decidió financiar, a través de GoFundMe, un cortometraje titulado Johanne Sacreblu. Esta parodia musical, que narra la historia de una heredera de la industria de la baguette que lucha contra el racismo en Francia, ha sido vista como una crítica directa a la falta de investigación y autenticidad en el trabajo de Audiard. Con millones de vistas en YouTube y un estreno programado en cines de México gracias a la cadena Cinedot, el cortometraje se ha convertido en un emblema de la resistencia cultural «a la mexicana».

Scroll al inicio