La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha vuelto a levantar polémica al defender públicamente el régimen franquista y atacar a la Segunda República. En una entrevista concedida a El País, Aguirre afirma que, a pesar de ser “una dictadura represiva”, el franquismo permitió la aparición de la clase media en España y favoreció el crecimiento económico del país. “Los que habían matado, ¿cómo iban a tener oportunidades de progresar?”, se pregunta, minimizando así la represión que sufrieron quienes lucharon contra el fascismo.
Aguirre no duda en responsabilizar al gobierno republicano del estallido del golpe de Estado de 1936, al considerar que no supo reaccionar tras el asesinato de José Calvo Sotelo. “Eso fue la gota que colmó el vaso”, afirma, y añade que en la Segunda República “no se respetaban derechos” y “no fue en absoluto un régimen de libertades”. Para la exdirigente del PP, la dictadura de Franco terminó siendo “mejor a largo plazo”.
La expresidenta también arremete contra la ley de memoria democrática, a la que califica como una norma “nefasta” que “ha resucitado odios y rencores”. Aunque reconoce que no deberían existir calles o estatuas dedicadas a Franco, sostiene que no se pueden “borrar 40 años de historia” y que el franquismo tuvo también “hechos positivos”. Incluso llega a decir que, durante la dictadura, “no se imponía un relato”, en referencia a la asignatura Formación del Espíritu Nacional.
En su defensa del régimen, Aguirre también respalda al rey emérito Juan Carlos I, afirmando que “ha hecho por España mucho más que cualquier otra figura histórica”. Minimiza así los escándalos económicos que le obligaron a exiliarse: “Una cosa es lo que hizo por España y otra, que haya tenido sus errores, como los tenemos todos”, afirma. Las declaraciones han generado una oleada de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, sectores académicos y colectivos memorialistas.