Illa pacta con Aena una ampliación del aeropuerto que destruirá espacios protegidos

Illa pacta con Aena una ampliación del aeropuerto que destruirá espacios protegidos

El Govern acuerda con Aena alargar la pista de El Prat, afectando la Ricarda y aumentando las emisiones, pese a la oposición de Comuns y entidades ecologistas.

El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado este martes un acuerdo con Aena para la ampliación del aeropuerto de El Prat, tras meses de reuniones técnicas entre ambas partes. El plan contempla una renovación casi total del complejo y una inversión que superará los 3.200 millones de euros. Entre las principales actuaciones destaca el alargamiento de la pista más cercana al mar, que se ejecutará sobre terrenos protegidos del Delta del Llobregat, incluyendo la emblemática laguna de la Ricarda, espacio de alto valor ecológico incluido en la Red Natura 2000.

El Govern defiende que la ampliación cumplirá “con los más altos estándares ambientales”, gracias a la renaturalización de 250 hectáreas y la creación de un fondo ambiental junto a Aena. Sin embargo, la medida permitirá alcanzar los 90 vuelos por hora, elevará las emisiones del aeropuerto en un 33% y añadirá 20 millones de pasajeros más al año, según cálculos de entidades contrarias al proyecto. La pista alargada reducirá en 140 metros la afectación respecto a planes anteriores, pero recortará un brazo de la Ricarda, alterando su estructura actual.

El acuerdo ha sido posible gracias al alineamiento institucional entre el Gobierno central, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, todos bajo liderazgo socialista. Una imagen de consenso que rompe con la etapa anterior de conflicto entre administraciones. Aun así, la propuesta todavía debe pasar el filtro del Consejo de Ministros, incluirse en el plan estratégico de Aena a partir de 2027 y superar la validación de la Comisión Europea, competente en la protección de la Red Natura 2000.

La ampliación abre además una nueva grieta en el seno del Govern. Los Comuns han mostrado su rechazo frontal al proyecto, que consideran socialmente irresponsable, climáticamente insostenible y estratégicamente anticuado. “No se puede hablar de vivienda digna o transporte público mientras se apuesta por atraer millones de turistas más”, señalan desde la formación, que recuerda que el 74% de los barceloneses cree que la ciudad ya ha superado su capacidad turística. ERC, por su parte, ha evitado un pronunciamiento contundente, aunque se opone también a cualquier afectación sobre la Ricarda.

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