La Generalitat de Cataluña y Aena han aprobado una ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat con una inversión de 3.200 millones de euros. El proyecto incluye la construcción de una nueva pista de 500 metros y una terminal satélite, así como la modernización de las terminales existentes. Esta ampliación busca aumentar la capacidad del aeropuerto para recibir hasta 70 millones de pasajeros anuales.
Por un lado, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, que ya había criticado anteriormente el aumento de la tasa turística o el control de alquileres, ha elogiado la decisión del presidente catalán, Salvador Illa, calificándola de una apuesta «business friendly» que favorecerá la atracción y retención de inversiones en Cataluña. Por otro, la propuesta ha generado una fuerte oposición entre los socios de investidura del Govern.
Comuns, Esquerra Republicana y la CUP critican el impacto ambiental del proyecto, especialmente sobre la zona protegida de La Ricarda, además de las consecuencias negativas que conllevará la atracción de más turistas anuales a Catalunya. David Cid, portavoz de los Comuns en el Parlament, ha manifestado su firme oposición a la ampliación y confía en que Europea bloquee la ampliación por razones medioambientales.
Las críticas también han surgido en sectores sociales, como movimientos vecinales y relacionados con el medioambiente. Entre ellos, la plataforma ecologista ‘Ni un pam de terra’ ha sido contundente ante la decisión de Illa, oponiéndose rotundamente al desastre medioambiental que plantean con el proyecto, además de agravar el problema de la turistificación. Es por ello que han convocado una manifestación de urgencia para este 14 de de junio, a las 12h en la Plaça de la Vila (El Prat de Llobregat), para recordar que los vecinos dicen «no a la ampliación del aeropuerto».