Los Comuns han forzado al alcalde Jaume Collboni a endurecer el posicionamiento del Ayuntamiento de Barcelona respecto al conflicto en Palestina. Tras semanas de negociaciones, ambas formaciones han pactado una propuesta conjunta que se vota este viernes en el pleno municipal y que contempla la ruptura del hermanamiento con Tel-Aviv, así como una serie de vetos económicos y contractuales a empresas vinculadas con la ocupación israelí o el aparato armamentístico del gobierno de Netanyahu.
El texto describe la ocupación de Palestina como un régimen de “apartheid” basado en “prácticas segregadoras y de castigo colectivo” y exige un alto el fuego inmediato y permanente. Además, reclama que se activen mecanismos internacionales como el Tribunal Penal Internacional o el Tribunal de Justicia de La Haya para investigar posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad. También pide la convocatoria urgente de una cumbre de paz impulsada por la comunidad internacional.
El acuerdo entre PSC y Comuns incluye cláusulas esenciales en los contratos públicos del Ayuntamiento para impedir relaciones económicas con empresas que operan en asentamientos ilegales o colaboran con la industria militar israelí. Se veta expresamente que la Fira de Barcelona acoja pabellones oficiales de Israel o empresas armamentísticas, y se prohíbe que el Puerto permita atracar barcos que transporten armas con destino a Tel-Aviv.
La ruptura también afecta al acuerdo de amistad y cooperación firmado con Tel-Aviv en 1998, que queda ahora anulado. Además, el gobierno municipal se compromete a instar a la Generalitat y al Gobierno central a tramitar un embargo de armas urgente contra Israel. Con esta propuesta, Barcelona refuerza su posición como ciudad comprometida con los derechos humanos y el derecho internacional, y los Comuns marcan perfil propio en un tema clave de la agenda política global.