Catalunya en Comú ha celebrado este fin de semana su IV Asamblea Nacional, un encuentro que marca el cierre de la etapa liderada por Ada Colau y Jéssica Albiach y la llegada de una nueva dirección encabezada por Candela López, vicepresidenta de la Diputación de Barcelona, y Gemma Tarafa, concejala del Ayuntamiento de Barcelona. Colau, quien lideró el espacio desde su fundación, calificó su trayectoria como una “experiencia excepcional” que combatió “la resignación” y apostó por “una política más cercana a las necesidades reales de la gente”.
La nueva dirección apuesta por reforzar su presencia en el territorio, consolidar su papel como referente de la izquierda y reconectar con la clase trabajadora. Candela López destacó que esta etapa se basará en la escucha activa y la colaboración con la ciudadanía, asegurando que la asamblea ha sido “el resultado de más de 50 debates locales y territoriales”. Además, se busca proyectar un mensaje claro sobre la justicia climática y la igualdad, pilares centrales de la formación.
En la Asamblea, que reunió a más de 1.100 personas en la Universitat Pompeu Fabra, se debatieron y aprobaron resoluciones estratégicas, orientadas a fortalecer la conexión con las preocupaciones sociales. Durante la clausura, Gemma Tarafa subrayó el compromiso del partido con la construcción de una Catalunya “inclusiva, justa y sostenible”, mientras que Jéssica Albiach apeló a las fuerzas progresistas a “dejar atrás los pactos con la derecha” y liderar un cambio real.
Con un equipo renovado, donde el 43% de sus integrantes son caras nuevas, los Comuns afrontan esta nueva etapa con ambición municipalista. Joan Mena asumirá la coordinación interna del partido, mientras que Aina Vidal y Gerardo Pisarello se convertirán en portavoces visibles. La formación reafirma su voluntad de ser el motor de un futuro en común, más justo y comprometido con las mayorías sociales.