Vecinos de la ronda Sant Antoni han mostrado su rechazo al cambio en el proyecto de pacificación de la zona, calificando la situación como una “traición” por parte del gobierno de Jaume Collboni. La plataforma pro-pacificación de Sant Antoni criticó que el Ayuntamiento haya realizado modificaciones importantes en un proyecto aprobado en pleno y fruto de un proceso participativo. En una rueda de prensa, el portavoz vecinal, Xavier Caballé, señaló que se sienten «engañados» y pidieron una reunión “urgente” con los grupos de PSC, BComú y ERC para revertir estos cambios.
El gobierno municipal ha decidido que el segundo tramo de la ronda, entre Casanova y Villarroel, ya no será 100% libre de tráfico, permitiendo el acceso de vehículos desde Floridablanca. Además, en el primer tramo, de Villarroel a Urgell, el pavimento que iba a ser de piedra será ahora de asfalto, y se permitirá el paso de vehículos para carga y descarga, así como autobuses y coches privados. Estas modificaciones han indignado a los vecinos, quienes señalan que reducen el espacio peatonal y aumentan la circulación en una zona que originalmente debía estar liberada de tráfico.
La plataforma vecinal advirtió que si el Ayuntamiento no respeta el proyecto original, las movilizaciones no tardarán en llegar. “Saldremos a la calle si no nos escuchan”, afirmó Àngel Cordero, destacando que el nuevo enfoque da prioridad al tráfico rodado sobre las necesidades peatonales de la comunidad. Los vecinos han solicitado que BComú y ERC no aprueben los presupuestos si no se da marcha atrás en estos cambios. Temen que estas modificaciones estén destinadas a evitar conflictos legales con otros vecinos contrarios a la peatonalización total.
Mientras tanto, algunos residentes y comerciantes de la zona que se oponen a la pacificación total aplaudieron estos ajustes, afirmando que el proyecto original era “una chapuza” que no consideraba la necesidad de flujo de tráfico en la zona. Según este grupo, las nuevas modificaciones reflejan un “sentido común” al permitir la circulación y facilitar el acceso rodado para residentes. No obstante, las divisiones en torno al proyecto continúan, y el futuro de la ronda Sant Antoni parece más polémico que nunca.