El Pla Endreça, una de las iniciativas más publicitadas por el gobierno de Jaume Collboni para mejorar la limpieza y el cuidado del espacio público en Barcelona, «ha fracasado en el Raval». Vecinos del barrio han alzado la voz, denunciando la falta de resultados y la degradación visible en sus calles. Aunque el plan prometía transformar la ciudad con la mejora de la limpieza y la gestión de residuos, la realidad es que el Raval sigue viendo sus aceras cubiertas de basura y la sensación de abandono aumenta cada día.
Los residentes del Raval aseguran que las calles están más sucias que nunca, y critican la falta de medidas concretas para gestionar el creciente volumen de residuos en el barrio. El plan de Collboni no ha logrado resolver problemas clave como la saturación de los contenedores de basura ni la instalación de puntos de reciclaje accesibles. Lo que comenzó como una promesa para revitalizar el barrio se ha convertido en un auténtico fracaso. Los vecinos, hartos de las excusas, exigen soluciones urgentes que vayan más allá de los eslóganes vacíos y los anuncios publicitarios.
La falta de inversión en la zona y la ausencia de un programa de sensibilización real sobre la gestión de residuos son otros de los puntos más criticados. Para los vecinos, en el Raval, un barrio caracterizado por su diversidad y vulnerabilidad, se necesita algo más que promesas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Así, los vecinos exigen que se destinen recursos específicos a la limpieza, pero también que se ofrezcan programas de ocupación que permitan que los residentes tengan voz y acción en la gestión de su entorno.