El buque Open Arms ha iniciado este martes su primera misión en la ruta migratoria canaria tras zarpar del puerto de Santa Cruz de Tenerife. La operación, fruto de un convenio firmado con el Gobierno de Canarias, busca sensibilizar sobre la crisis humanitaria en esta vía de entrada a Europa. En los cinco primeros meses de 2025 han muerto 1.482 personas intentando llegar a las costas españolas, según Caminando Fronteras.
Aunque el objetivo principal no es el rescate, el barco ha salido preparado para intervenir si fuera necesario, en aplicación del derecho marítimo internacional. Durante los próximos nueve días, la tripulación recorrerá las aguas del Atlántico entre Tenerife y El Hierro para documentar y visibilizar una de las rutas más letales del planeta.
La misión coincide con el inicio de la temporada de mayor afluencia migratoria hacia el Archipiélago, debido a las condiciones favorables del mar. Por primera vez, una ONG de rescate del Mediterráneo se despliega en aguas fronterizas españolas, en un intento de cubrir un vacío humanitario y mediático.
El despliegue ha desatado ataques directos desde la ultraderecha. El líder de Vox, Santiago Abascal, pidió “hundir” el Open Arms, al que calificó de “barco de negreros”, y lo relacionó falsamente con delitos cometidos en Madrid. La ONG catalana, que ha salvado más de 70.000 vidas en una década, responde con una misión que pone el foco en los derechos humanos frente a los discursos de odio.