Protestas en Isla Citroën (la Bordeta): Collboni permitirá construir 110 pisos de lujo en terrenos destinados a zona verde

El acuerdo, pactado en diciembre de 2023, permite la construcción de 110 pisos de alto nivel en terrenos que inicialmente estaban destinados a convertirse en una gran zona verde con equipamientos por definir.

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El conflicto vecinal en la Isla Citroën, en el barrio de la Bordeta, justo en la frontera con l’Hospitalet de Llobregrat, se intensifica tras el inicio del proceso participativo diseñado por el Ayuntamiento de Barcelona para recoger la opinión de los residentes sobre el proyecto de transformación del espacio. Las dificultades para encajar los 110 pisos privados pactados por la empresa con el alcalde se han podido constatar en la sesión de participación del pasado 6 de febrero. Sin embargo, la indignación crece entre los vecinos y vecinas al saberse que el consistorio no tiene intención de modificar el acuerdo alcanzado con la empresa Stellantis (Citroën), lo que pone en duda la efectividad real de la participación ciudadana.

La Plataforma vecinal de afectados ha manifestado que este proceso participativo es un mero trámite burocrático sin impacto real en las decisiones ya tomadas. «Nos hacen participar, pero ya han decidido todo de antemano», afirman, denunciando la falta de transparencia y voluntad de escucha por parte del gobierno municipal encabezado por Jaume Collboni.

Especulación contra intereses vecinales

Uno de los puntos de mayor conflicto es que las viviendas privadas proyectadas perjudican la calidad de vida de las familias que ya habitan en los bloques existentes, además de una intensificación de la densidad urbana en una de las zonas más densas de la ciudad (cerca de 1.000 habitantes por hectárea). Los vecinos han exigido que, en lugar de permitir la construcción de pisos de lujo, se destinen los terrenos a uso comunitario que beneficie al barrio. «Necesitamos zonas verdes, equipamientos y, en todo caso, vivienda pública, no más especulación inmobiliaria que nos encajone», denuncian muchos de los vecinos afectados.

A pesar de las reiteradas quejas y que el pasado mes de octubre se aprobó una proposición en el Distrito de Sants-Montjuïc a instancias de Barcelona en Comú para que el proceso participativo pudiese abordar el futuro de estos terrenos sin tener en cuenta el convenio firmado por el alcalde y la empresa, el gobierno municipal ha reiterado que no contempla cambios en el plan urbanístico y que la recalificación seguirá adelante tal como se acordó con Stellantis. Ante esta situación, los colectivos vecinales estudian nuevas acciones de protesta para frenar lo que consideran un nuevo caso de privatización del espacio urbano en favor de grandes intereses económicos.

En juego el modelo de ciudad

El malestar continúa creciendo en la Bordeta, donde el futuro de la Isla Citroën se está convirtiendo en una nueva la lucha vecinal por un modelo de ciudad más justo y equitativo. Los residentes exigen una mayor voluntad política para atender sus demandas, mientras el Ayuntamiento sigue sosteniendo un proyecto que, según denuncian, ignora completamente las necesidades y aspiraciones históricas del barrio de La Bordeta.

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