El grupo municipal de Junts por Barcelona ha anunciado este miércoles que romperá las negociaciones con el gobierno del alcalde Jaume Collboni (PSC) en torno a la reforma de la normativa que obliga a dedicar el 30 % de las nuevas promociones y grandes rehabilitaciones a vivienda protegida. Junts afirma haber presentado seis propuestas para flexibilizar el texto, como una reducción del IBI del 4 % en 2026, sin que el gobierno municipal haya mostrado ningún interés en adoptarlas.
Jordi Martí Galbis, líder de Junts en el Ayuntamiento, ha responsabilizado directamente a Collboni por “no arremangarse” en la negociación: asegura que no hay disposición a acercar posturas pese a la relevancia política de la reforma y el contexto de crisis habitacional.
El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha lanzado un ultimátum: si no se cierra un acuerdo antes del 1 de agosto, la discusión quedará paralizada hasta al menos 2028, una estrategia que Collboni justifica como necesaria tras dos años de debate estancado.
Una demanda de los sindicatos
Desde que el alcalde Jaume Collboni anunciara que modificaría esta medida, las asociaciones vecinales y los sindicatos de vivienda se mostraron completamente contrarios a esta decisión. Recuerdan que es una fórmula que funciona en otras ciudades europeas y, de cambiarla, habría que aumentar este porcentaje destinado a vivienda asequible.