Barcelona vivió ayer un nuevo episodio de tensión vecinal. Más de un centenar de personas, convocadas por la Asociación Vecinal Som Barri, han ocupado la sede del Partido Socialista de Cataluña (PSC) en la calle Consell de Cent. La acción, que ha tenido lugar tras el polémico desalojo de un asentamiento de chabolas en Vallcarca, tiene como objetivo forzar una reunión con el alcalde Jaume Collboni. «Queremos irnos de aquí con el compromiso de una reunión con el alcalde», han declarado.
La protesta ha sido impulsada por la situación crítica en Vallcarca, donde el Ayuntamiento planea desalojar a 40 personas, entre ellas 13 menores, dejando los solares vacíos en lugar de ofrecer alternativas habitacionales. Según los vecinos, este no es un caso aislado, sino un reflejo de una política urbanística que prioriza la especulación inmobiliaria por encima del derecho a la vivienda. «No lo permitiremos», han advertido.
En su comunicado, Som Barri acusa al gobierno de Collboni de entregar la ciudad «al lobby hotelero y a las grandes constructoras». La agrupación denuncia que este modelo pone en riesgo medidas clave como la reserva del 30% de vivienda protegida en las nuevas promociones, una de las pocas herramientas urbanísticas para garantizar vivienda asequible en Barcelona. «Estas políticas responden a intereses económicos y electorales», insisten.
La ocupación ha obtenido, de momento, un primer gesto: la primera secretaria del PSC en Barcelona, Sara Jaurrieta, se ha reunido con los manifestantes a última hora de la tarde. Sin embargo, no hay aún un compromiso firme por parte del alcalde. Mientras tanto, los vecinos mantienen la presión y recuerdan que la lucha por la vivienda no se limita a Vallcarca, sino que atraviesa todos los barrios de la ciudad.