El Ayuntamiento de Barcelona no incluirá en la fase final de votación de los presupuestos participativos la propuesta presentada por Eixample Respira para pacificar cuatro chaflanes en dos intersecciones clave del distrito: Mallorca con Urgell y Aragó con Viladomat. Con 350 votos en fases anteriores y un presupuesto previsto de 250.000 euros, el proyecto proponía recuperar espacio público para los peatones y reducir la siniestralidad en puntos con alto tráfico y cercanía a itinerarios escolares.
Desde la entidad vecinal critican que el gobierno de Jaume Collboni ha excluido el proyecto sin ofrecer una alternativa real, argumentando falta de espacio y presión urbanística en la zona. “Solo priorizan lo que ya tenían previsto o lo que les encaja políticamente”, denuncian fuentes de Eixample Respira. La plataforma se niega a retirar el proyecto y exige que sea el propio consistorio quien asuma el coste político de la exclusión.
No es la primera vez que el gobierno municipal veta una propuesta similar. En la edición anterior de los presupuestos participativos, la misma entidad propuso crear cinco ecochaflanes en la calle Aragó, pero solo se ejecutó uno, en la intersección con Bruc. En esta ocasión, incluso se ofreció reducir la intervención a una sola cruïlla, pero el gobierno socialista también lo descartó.
Los presupuestos participativos, impulsados por el anterior gobierno de los Comuns con Ada Colau, cuentan con 30 millones de euros por edición y pretenden fomentar la participación ciudadana en decisiones públicas. Sin embargo, la normativa permite vetar proyectos si no se ajustan a los objetivos del mandato o a la normativa urbanística, un filtro que, según denuncian entidades sociales, se utiliza para descartar propuestas transformadoras.